En conmemoración del día de la mujer y la niña en la ciencia, hemos querido unirnos al movimiento #ASKHERMORE del Representation Project, una plataforma que busca mejorar la visibilidad de la mujer en la sociedad.

La doctora Carmen González Enguita es: 

  • Doctora en Medicina y Cirugía por la Universidad de Zaragoza (1991). Licenciatura (1979-85)
  • Especialista en Urología (MIR 1986-1990). Hospital Miguel Servet. Zaragoza. 
  • Fellow of European Board of Urology (EBU 1992). European Association of Urology (EAU)
  • Profesor Asociado en Ciencias de la Salud, Medicina-Urología. Imparte la disciplina de Urología en el Grado de Medicina, en la Unidad Docente del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (HUFJD).Facultad de Medicina. Universidad Autónoma Madrid (UAM). 
  • Profesor colaborador en otras Universidades: URJC (Universidad Rey Juan Carlos), UEMS (Universidad Europea de Madrid), Centro de Estudios Superiores (CES) Felipe II (Universidad Complutense-Madrid), Centro de Cirugía Mínimamente Invasiva Jesús Usón (CCMIJU) (Cáceres-Universidad de Extremadura UEX). Acreditación ANECA 2008 como Profesor Contratado Doctor. En la actualidad (2021) en proceso de evaluación en Programa Academia (Profesor Titular).
  • Promueve y coordina la investigación urológica en el IIS-FJD (Instituto de Investigaciones Sanitarias- Fundación Jiménez Díaz HUFJD) y Oncohealth Institute (HUFJD). La investigación urológica es Grupo Asociado de Investigación en el Área de Enfermedades Renales, Metabólicas y Cardiovasculares. Ha obtenido varias becas para proyectos de investigación clínica de la FIU (Fundación para la Investigación en Urología) AEU (Asociación Española de Urología) y un FIS. 
  • Miembro de diferentes Asociaciones Científicas: EAU (Asociación Europea de Urología), SINUG (Sociedad IberoAmericana de NeuroUrología y UroGinecología), ICS (International Continence Society), y de la ALAPP (Asociación Latino Americana de Piso Pélvico). Miembro en SUM (Sociedad Urológica Madrileña) y Vocal de su Junta Directiva (2010-2013). Como miembro de la AEU (Asociación Española de Urología) es miembro de la Oficina de Gestión Clínica y responsable del Área del Paciente desde el año 2017 (aeuexp.aeu.es).
  • Desde 1986 hasta la actualidad 2021 reúne más de 600 comunicaciones científicas (orales, poster y videos) a Congresos y Reuniones Nacionales e Internacionales, y mas de 200 publicaciones. Ha sido invitada como Profesor, Panelista, Ponente y/o Moderador de Mesas Redondas en eventos científicos de la especialidad de Urología y otras disciplinas afines.
  • Ha sido directora y organizadora de reuniones y encuentros científicos desde el Servicio de Urología en HU Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD).
  • Es Premio Dr. Peña (1994) de la Real Academia Nacional de Medicina (RANM). Como revisor de la Revista Archivos Españoles de Urología es ganadora del Premio E. Pérez Castro al mejor Revisor del año 2013, y del mes de diciembre 2019. Como Jefe del Servicio de Urología HUFJD ha conseguido que el Servicio haya obtenido el Premio BIC (Best in Class) al Mejor Servicio de Urología en Atención al Paciente en varias ediciones desde el año 2011, habiendo obtenido la condecoración de 5 estrellas al ganar la XV Edición 2020. El Servicio de Urologia HUFJD es Premio TOP20 (2012 y 2018) como Mejor Servicio en las Áreas de Riñón y Vias Urinarias.

La doctora Carmen es jefa del Servicio Corporativo de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (HUFJD), y de los hospitales de asistencia pública del Grupo Quirón Salud (Madrid), modelo asistencial y profesional en red (UroRed) que implica a un numeroso grupo de urólogos (45 en la actualidad) en 4 hospitales de Madrid. Ofrece soluciones urológicas a una gran población de la CM (Comunidad de Madrid) (aprox 900.000 habitantes)

– Dentro de su labor asistencial colabora en acciones urológicas de voluntariado con la Fundación “Miguel Litton”. La pandemia del COVID-19, le hizo cancelar un viaje previsto (2020) a un hospital de Camerún (Yaundé) con la Fundación Recover.

Lamentablemente la Urología sigue siendo una especialidad masculina en su concepción, aunque no en su concepto, es decir, en cuanto a la percepción que la población tiene de ella. 

La doctora González Enguita estudió la carrera de Medicina y la especialidad de Urología en Zaragoza. Por temas familiares tuvo que trasladarse a Madrid, y gracias a su tesis doctoral, sobre Litiasis, Litotricia Extracorpórea por Ondas de Choque (LEOC), bases de datos e informática, que realizó durante su residencia (MIR), fue contratada en 1991 para la creación y desarrollo de la Unidad de Litiasis-Litotricia de la Fundación Jiménez Díaz (HUFJD). Inicialmente, su carrera profesional estuvo muy enfocada en la patología litiásica donde alcanzó un notable desarrollo. Tras 4-5 años de trabajar en el hospital, cuando la Unidad estaba ya muy consolidada, progresivamente se fue incorporando al resto de las áreas de conocimiento de la Urología, ampliando su campo de actuación, creciendo en competencias y responsabilidades, hasta convertirse en Jefa de Servicio de Urología HUFJD en el año 2007. 

Desde que entro en la Fundación Jiménez Díaz, no ha cambiado de centro de trabajo. Puede que haya perdido alguna oportunidad laboral, pero el estar siempre en el mismo hospital le ha permitido diseñar y desarrollar su proyecto de gestión “desde dentro”, ver crecer el Servicio tanto en número de urólogos como en competencias. En este momento el Servicio de Urología HUFJD tiene desarrolladas todas las áreas de conocimiento de la especialidad. La red de hospitales públicos del Grupo Quirón Salud Madrid promueve la gestión de procesos en red. Con responsabilidad corporativa en la Urología de estos 4 hospitales públicos, trabaja al unísono, en consonancia y alineada con las líneas estratégicas de la organización donde la Salud, el Paciente y la Eficiencia son los tres ejes vertebrales de todas las acciones clínicas, docentes y de investigación.

Cree que la buena suerte hay que trabajarla, que la suerte no surge sin más de manera espontánea. Hay que estar preparado para cuando llega la oportunidad. Es preciso estudiar y trabajar para obtener los conocimientos necesarios. Como cirujanas, debemos desarrollarnos, crecer y estar entrenadas en habilidades y destrezas. Con estos conocimientos, con esta preparación, con estas competencias hay que estar en el momento y el sitio adecuado.

Desde muy niña siempre quiso ser médico. Cree que nació pensando en ello. Jugaba a ser médico desde que se recuerda. Su padre fue veterinario, por ello vivió inmersa y rodeada por el mundo de la salud. Hablar de Medicina, de medicamentos, tratamientos, enfermedades, etc., era habitual en casa. No recuerda ninguna figura concreta que la inspirara para seguir sus sueños, salvo su mismo padre que le inculcó el amor al trabajo, la dedicación a una profesión de servicio a los demás, la responsabilidad, la tenacidad y el empeño en hacer las cosas bien. De seguir su ejemplo obtiene cada día el mejor regalo, la satisfacción personal de acabar su trabajo con la satisfacción del deber cumplido.

Vivió en un mundo idealista, en la que no existían las diferencias por género, ya que todas sus amigas ya fueron universitarias. Ya lo eran sus padres. Cuando entro en la Facultad de Medicina, las mujeres ya representaban el 50% del estudiantado. Comenta que siempre percibió igualdad de condiciones durante su etapa universitaria. Las mujeres eran las que sobresalían sacando siempre las mejores notas. Ingresó en la Universidad en el curso 1979-1980, año en el que se impusieron en España y en Medicina los numerus clausus, limitando la entrada a la Facultad con un cupo. Entraban las mejores notas de la selectividad y del bachillerato sin diferencia de género.  Tras los dos primeros años en la Facultad, ganó por oposición una plaza de “alumno interno pensionado” en la Cátedra de Bioquímica y Fisiología Clínica. Fue su primer contrato y sueldo siendo aún estudiante de Medicina. Remarca que, el resto de las plazas también fueron ocupadas por mujeres. Nunca pensó que pudiera sufrir marginación por ser mujer.

A lo largo de su carrera profesional, sí que ha visto cómo es mucho más fácil para un hombre que para  una mujer, obtener un contrato laboral  indefinido, y/o una promoción. Observó como era compleja la conciliación familiar, sobretodo en los primeros años, cuando los hijos son pequeños. La maternidad, la familia y la pareja requieren tiempo y dedicación. No era raro percibir como las mujeres renunciaban a su carrera profesional durante unos años por la crianza de los hijos. Retomar la vida profesional después, es duro y cuesta mucho. Mientras que para un hombre formar una familia nunca ha sido un impedimento en su crecimiento profesional, las mujeres tenían el riesgo de perder el trabajo al quedarse embarazadas, o tener que conformarse con contratos más precarios o temporales. Afortunadamente aquellas situaciones han evolucionado mucho. Hoy la mujer esta más protegida por la ley y recibe más apoyo de la sociedad. La vida doméstica es más compartida entre la pareja.

La doctora González Enguita también comenta que muchas veces se duda del talento femenino, de las habilidades, o de la profesionalidad que pueda tener una mujer si se compara con un hombre en igualdad de formación. Es necesario que las empresas trabajen a favor de la conciliación familiar y la igualdad laboral. Sera la única manera de que las mujeres puedan romper ese techo de cristal en su profesión. Existe una pantalla transparente que parece mostrar que todos somos iguales, pero a la hora de la verdad, existen muchas diferencias. Los hombres van por delante en el momento de una promoción. 

La doctora Carmen fue la primera mujer que hizo Urología en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza. A partir de ahí, y posiblemente por su ejemplo, otras mujeres después se dieron cuenta de que la Urología no era una especialización vetada para el sexo femenino. Se abrió un nuevo camino, apenas explorado por la mujer que había estudiado Medicina. Lejos de toda verdad percibió entonces como la sociedad tenía una concepción muy masculina de la Urología, de ser una especialidad ejercida por hombres y para los hombres. También fue la primera uróloga en el staff del Servicio de Urología de la Fundación Jiménez Díaz (Madrid), y una de las primeras mujeres que han alcanzado una Jefatura de Servicio en España. Aunque ha costado un tiempo, el Servicio de Urología que dirige hoy ha conseguido paridad. El 40-50% de los médicos de su Servicio son mujeres, incluyendo médicos residentes.

Una de las barrera qué reconoce que existe para que las mujeres lleguen a ser urólogas es que la Urología es una gran desconocida. Si preguntas en la calle, el ciudadano común no sabe nada o muy poco de esta rama de la Medicina, de esta especialidad médico-quirúrgica. Incluso los estudiantes de Medicina conocen poco de esta disciplina, de esta asignatura cuando empiezan el curso. Cree que en el bachillerato, en los colegios e institutos, se debería dar a conocer mejor la Medicina y las diferentes especialidades. Esta convencida de que la Urología ni se nombra. 

Se debe de des estigmatizar la Urología como la especialidad que únicamente atiende la próstata, la sexualidad masculina y las enfermedades del varón. Es nuestra responsabilidad cambiar esta percepción y permitir visualizar todos los áreas de conocimiento y campos de actuación, que son muchos y variados, tanto en la promoción de la salud como en la atención al paciente con  enfermedades urológicas. 

Debemos captar la atención de las más jóvenes. 

Anunciarles que la Urología es una especialidad amplia y diversa, rica en el conocimiento, variada y múltiple en abordajes, habilidades y destrezas. Hay que darles a conocer que l@s urológ@s atendemos a hombres y mujeres. Y a la vez que, siendo la Medicina y la Urología una ciencia, es un arte saber como aplicarla correcta y adecuadamente en beneficio de las personas y de la sociedad.

Considera que hay que ser estar bien preparados, por dentro y por fuera, sin diferencias de género, para mostrarse al mundo. Hay que cuidar la imagen, la presencia, el saber hacer. Hay que saber expresarse, saber comunicar lo que se sabe, lo que se hace y como se hace. En ese preciado encuentro entre el médico y el paciente la primera impresión cuenta mucho. Dar a conocer la “belleza” del conocimiento, expresar que estas bien preparada, que sabes hacer, que puedes orientar, diagnosticar y tratar, que puedes ayudar, … da mucha seguridad, confianza y tranquilidad a quien te escucha, a quien tu escuchas. Y esto es muy atractivo.

Considera la doctora que toda mujer consigue lo que se propone. Lo importante es estudiar mucho desde pequeñitas, trabajar y prepararse adecuadamente para estar listas en el momento adecuado y en el sitio preciso. Hay que romper esa creencia de que una mujer no es capaz de llegar a alcanzar ciertas posiciones según que profesión desarrolle, y que no puede llegar lejos. Podrá llegar donde se proponga llegar. Todo es proyectarlo y verlo. Hay que tener un propósito. 

Enfatiza la importancia de la igualdad en la educación para conseguir tus sueños. 

Sus mensajes finales para las niñas y jóvenes son que nunca se empequeñezcan frente a las dificultades, que las habrá siempre porque en los caminos hay muchos obstáculos. Que estudien y trabajen, que sean tenaces y perseverantes, que estén siempre atentas, preparadas y listas. Que confíen en ellas mismas. 

El talento de cada una, sus valores, actitudes y hábitos serán el motor para seguir adelante. 

Que se rodeen de gente trabajadora y buena, que hagan equipo, que ayuden, y que colaboren. El trabajo en equipo es lo que permite el mejor crecimiento y el buen desarrollo. 

Y que no dejen de soñar. Visualizarse mentalmente en un futuro, en un sitio concreto, es lo que motiva a seguir trabajando para alcanzar lo que deseas. 

Y por último, que “vivan en circulo” la vida personal y la profesional, sin renunciar a ninguna de ellas. Solamente podremos seremos felices si somos completos, si no disociamos nuestras dos vidas, si entrelazamos lo personal y lo profesional. Podremos ser ejemplo y dejar un rastro a seguir si somos capaces de poder vivir íntegra y simultáneamente todas las facetas de nuestra vida.

La entrevistadora es la dra. Gina Torres es licenciada en Medicina por la Universidad del Rosario, Bogotá, Colombia, en el año 2002. Hizo su posgrado en urología en el Hospital de Getafe, España, del año el 2005 al 2010. Realizó estancias de rotación quirúrgica en las unidades de suelo pélvico y cirugía reconstructiva en el Hospital de Lovaina, Bélgica, y en el Royal Hallamshire Hospital de Sheffield, Inglaterra, en el año 2013. Su tesis doctoral es la contribución de la rama española al Estudio Europeo Randomizado Screening para el Cáncer De Próstata ”ERSPC” por sus siglas en inglés, en el año 2015, en la Universidad de Alcalá, España. Obtuvo la certificación del European Board of Urology (EBU) en el año 2018. Actualmente trabaja en Abu Dhabi Stem Cell Center (ADSCC) en el estudio de tratamientos con células madre en el campo urológico. Es socia fundadora de la Asociación de científicos e investigadores españoles en Emiratos Árabes Unidos (ACIEAU).

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