En conmemoración del día de la mujer y la niña en la ciencia, hemos querido unirnos al movimiento #ASKHERMORE del Representation Project, una plataforma que busca mejorar la visibilidad de la mujer en la sociedad.

Nos pusimos en contacto con 8 científicas relevantes en diferentes campos, con el objetivo de visibilizar su gran labor, no solo por las mujeres del mundo, sino también pos si contribución al cuidado del planeta, que hay que recordar que solo tenemos uno. Las entrevistas han sido publicadas en la web https://www.acieau.es/ desde el 11 de febrero. Tweet de presentación

Las diferentes científicas entrevistadas, se dedican a diferentes ramas, siendo físicas, químicas o médicos. Con grandes trayectorias, llenas de títulos, así como de aventuras. Muchas han viajado para desarrollarse en su ámbito profesional, otras han evolucionado dentro de una misma empresa, dejando claro que la curiosidad es el motor que te lleva a la aventura.

Nos han contado sus diferentes motivaciones para querer ser científicas. Los padres han jugado un rol modelo en casa, ya sea para seguir o para cambiarlo, pero sobre todo sus maestros, consiguieron transmitir su pasión por el saber a estas mujeres, logrando desarrollas su vocación y así, haber triunfado en su vida. Ante la falta de visibilidad de las mujeres en la ciencia, Marie Curie ha sido el gran referente para todas, haciendo que su tenacidad, disciplina y demás virtudes, fueran la combinación perfecta para que su inteligencia brillará, así como el haber conocido a su maravilloso compañero, Pierre Curie, que fue su mayor estimulo en el mundo científico y su vida personal. Está claro que el amor lo puede todo, hasta conseguir premios Novel. Muy recomendable la bibliografía escrita por su hija Eve Curie.

Muchas no notaron discriminación en la universidad al haber mayoría de mujeres en su carrera, otras, por el contrario, notaron la desventaja de ser mujer, no solo por el número de alumnas, sino también porque a los a los hombres siempre se les ha facilitado el destacar, pero también comentan que las mujeres siempre hemos sido muy brillantes, y las mejores notas habitualmente las sacaban las alumnas. Aun así, a igualdad de formación, mucha gente considera que la mujer tiene menos talento. Otros puntos en contra que desafortunadamente seguimos encontrando, son la discriminación por raza y religión. Pero la ciencia no entiende de sexo, religión o raza, los impedimentos que encontramos son las cargas que debemos cambiar en la sociedad, entender nuestras diferencias e informarnos, una de nuestras entrevistadas nos dejó claro que para el islam hombres y mujeres son iguales, que el problema de la mujer es cultural. 

Hay carreras masculinas en su concepción, pero no en su concepto, y desde hace ya 3 siglos la mujer empezó una lucha para ganar su puesto en la academia y cambiar esta percepción. Previamente mencionamos a las Siete de Edimburgo, que fue el primer grupo de mujeres universitarias matriculadas en una universidad británica, iniciando la carrera de medicina en la Universidad de Edimburgo en 1869, pero una predecesora de la misma universidad, causó revuelo al descubrir su gran secreto. 

Margaret Ann Bulky (9 de noviembre de 1795), fue conocida durante su vida profesional como James Barry, siendo cirujano del ejército británico desde 6 de julio de 1813. Cuando murió y se procedió a prepararlo para el entierro, se descubrió que era una mujer el 25 de julio de 1865. A comienzos del siglo XIX era prácticamente imposible para una mujer formarse y ejercer como médico, especialmente en el ejército.  Las habilidades médicas de Barry no tenían precedentes. Era un cirujano muy hábil, consiguió realizar la primera cesárea con éxito y que tanto la madre como el niño sobrevivieran, que era el gran problema de la época. También se dedicó a la reforma social, denunciando las condiciones sanitarias y la mala gestión de cuarteles, cárceles y asilos. Durante su estadía de 10 años, desarrolló un mejor sistema de agua para Ciudad del Cabo. Como médico, trataba a ricos y pobres, colonos y esclavos. El derecho de las mujeres a una educación universitaria pasó a formar parte de la agenda política del país y, en 1876 se aprobó una ley que amparaba y aseguraba el derecho de las mujeres a estudiar medicina en la universidad (UK Medical Act 1876). La suerte hay que trabajarla, no surge de manera espontánea, como comentó una de nuestras entrevistadas.

Se han mencionado la normalización de los micromachismos (pequeños gestos, actitudes, comentarios y prejuicios que se manifiestan en lo cotidiano contribuyendo a la inequidad y colocando a la mujer en una posición inferior al hombre en ámbitos sociales, laborales, jurídicos y familiares), ya que está embebido en nuestra sociedad, ya sea por el “Mansplaining, pues nosotras siempre estamos necesitadas de ser enseñadas”, pareciera que no podemos tener ideas propias, o por el simple hecho vocabulario no inclusivo. Remarcan el hecho de la existencia de un techo de cristal, en el que a pesar de que las mujeres somos la mayoría en las universidades y en muchas carreras, aún sigue siendo muy complicado conseguir puestos directivos. La cosificación de la mujer sigue siendo un tema pendiente. De jóvenes nos infantilizan, y muchas veces no se cree que tengamos el talento suficiente para desarrollarnos profesionalmente. Abonado a todo esto, los compañeros varones, tomar a veces privilegios que nadie les ha dado, ya sea el cogernos la mano o intentar sobrepasarse o llegar al claro acoso, aprovechando su situación hombre. 

A pesar de que muchas de estas cosas han cambiado a lo largo de los años, tenemos que seguir luchando para ser escuchadas, que cambie la idea de cuando ven a una mujer en un congreso, es porque es una representante de una farmacéutica, o si can a un laboratorio, que es una secretaria, que se vuelva normal la imagen de la mujer científica. Hay trabajos que se siguen considerando hechos por hombres dada su complejidad, y cuando firmamos con iniciales, se sorprenden al ver que una mujer está detrás. Hay que crear ambientes como homogeneos para crear vocaciones homogéneas.

Es verdad que la primera impresión es la que cuenta, y que una imagen vale más que mil palabras, pero también es cierto que a los hombres no se les exige que sean atractivos para ser escuchados, la sociedad debe entender que a una persona se le debe valorar por sus ideas, talentos y logros, y ver ¡La belleza del conocimiento!  Además, las mujeres tenemos de ser derecho a ser valientes y egoístas, no tenemos por qué dedicarnos al cuidado de los demás por el simple hecho de ser mujeres. ¿Cuántas veces le han recomendado a Superman o a Batman que consiga una pareja, como sucedió en la última película de Wonder Woman? Es nuestro deber predicar con el ejemplo y a la vez mantenerlo, para que la imagen de mujeres como Linda no queden empeñadas por las generaciones venideras. También se juzga a nuestra personalidad, si intentas dirigir, es que eres una mandona, sino permite ciertas actitudes, es que eres una persona difícil, mientras que esto son cualidades en los hombres, aquellos que se hacen respetar, aunque los demás sobrepasen los límites.

Con su ejemplo, estas mujeres suelen dar charlas a niñas en colegios, universidades, centro científico, etcétera, conocimientos que tienen para brindar al mundo, desde cómo se hace una fusión por confinamiento magnético, cómo usar el CO2 para conservar alimentos y evitar que salga a la atmosfera, dar clases de comida vegana para crear “con-ciencia” o como estar a la vanguardia de nuevas técnicas quirúrgicas.

Sigue habiendo una brecha en cuanto a la conciliación familiar. Las mujeres pagamos un precio muy alto al ser madres que los hombres no pagan, y muchas abandonan sus carreras profesionales por este motivo. Entre la precariedad de los contratos, que son temporales y la promoción se hace muy difícil para las mujeres, algunas deciden abandonar ciertas facetas de su vida. Una solución sería que los currículums fueran anónimos a la hora de las contrataciones, que se distribuye igual la baja maternal- paternal, es decir 4 meses para cada uno de los conyugues, entre otras estrategias que los gobiernos deberían incentivar, sobre todo protegiendo el trabajo de las madres. De esta forma los empleadores no tendrían una predilección por el sexo masculino a la hora de contratar. Existen diferencias entre países, pero un bonito ejemplo hemos encontrado en Cuba, en el que al ser mujer no tienes miedo a perder de tu trabajo al estar embarazada, así como tampoco se juzga tu apariencia física a la hora difundir tu conocimiento.

¡Cómo lo dice el legado del Congreso organizado por la Dra. Ribal, The future is female! http://www.fedracongressi.com/fedra/urofem21/  Tenemos que llenar los congresos, las publicaciones en revistas, acceder a cargos directivos, pero para ello necesitamos el apoyo de nuestros compañeros varones, solamente unidos podremos conseguir una mejor sociedad, en la que nos beneficiaremos todos.

Han surgido varios consejos para las niñas y jóvenes que quieren dedicarse a la ciencia, pero el más nombrado fue el de soñar alto y fuerte, ya que es el mayor motor para triunfar. También hacer lo que te gusta, aunque no sea conveniente, pues si haces lo que quieres pondrás más empeño y te puedes realizar como persona, mientras que, si haces lo conveniente, las probabilidades de frustración aumentan. No rendirse ante las dificultades, el camino te exigirá mucho sacrificio, pero la recompensa es maravillosa, no te empequeñezca a la primera frustración. No tengas miedo a preguntar, tus preguntas son muy valiosas y pueden enriquecer a otros, tampoco tengas miedo a pedir ayuda, pero sobre todo no te calles ante las injusticias. Tienes derecho a equivocarte, quítate el peso de pensar que llevas la carga de todas las mujeres sobre tus hombros, esa responsabilidad no es tuya. Cree en ti, tienes el suficiente talento para hacer lo que desees, lo importante es saber organizarse, no hay reglas para vivir y nadie puede vivir la vida por los demás, no dejes de lado tus hobbies, puede ser una gran profesional y a la vez una atleta, si quieres ser madre adelante, pero si no, no te sientas culpable por no querer serlo, los estereotipos no ayudan a nadie. Rodéate de buenas personas, que te ayuden a seguir el camino adecuado. No te contentes cuando te digan que no, haz que el hecho de ser mujer, sea tu ventaja. Y, es muy importante trabajar juntas y juntos, pues solas no lo conseguiremos.

La entrevistadora es la dra. Gina Torres es licenciada en Medicina por la Universidad del Rosario, Bogotá, Colombia, en el año 2002. Hizo su posgrado en urología en el Hospital de Getafe, España, del año el 2005 al 2010. Realizó estancias de rotación quirúrgica en las unidades de suelo pélvico y cirugía reconstructiva en el Hospital de Lovaina, Bélgica, y en el Royal Hallamshire Hospital de Sheffield, Inglaterra, en el año 2013. Su tesis doctoral es la contribución de la rama española al Estudio Europeo Randomizado Screening para el Cáncer De Próstata ”ERSPC” por sus siglas en inglés, en el año 2015, en la Universidad de Alcalá, España. Obtuvo la certificación del European Board of Urology (EBU) en el año 2018. Actualmente trabaja en Abu Dhabi Stem Cell Center (ADSCC) en el estudio de tratamientos con células madre en el campo urológico. Es socia fundadora de la Asociación de científicos e investigadores españoles en Emiratos Árabes Unidos (ACIEAU).